martes, 30 de diciembre de 2008

Sigue violación de DD.HH. de enfermos mentales

Domingo, 28 de diciembre
http://www.abc.com.py/2008-12-28/articulos/482332/sigue-violacion-de-dd-hh-de-enfermos-mentales-porque-se-los-envia-a-carceles
PROYECTO DE LEY DE SALUD MENTAL ESTA EN UN CAJON DEL MINISTERIO
Sigue violación de DD.HH. de enfermos mentales, porque se los envía a cárceles

Autoridades del Ministerio Público no le dan importancia a la psicología y psiquiatría forense. Los profesionales de blanco están muy mal pagados y no reciben
capacitación ni formación alguna, y eso influye para que los enfermos mentales vayan directamente a las cárceles. Por ejemplo, en victimología tiene un
local, y es solo una parte de la psiquiatría y psicología forense, este último sólo tiene un garaje dentro de la Fiscalía para atender a las personas quienes
son absolutamente violadas en sus derechos humanos.

Los enfermos mentales son llevados a las cárceles comunes, en Tacumbú, con los presos comunes. La mayoría son pobres sin tratamiento alguno.

A pesar de que el Hospital Neurosiquiátrico tiene actualmente medidas cautelares, debido a asesinatos y violaciones sexuales a pacientes en el nosocomio,
el proyecto de ley de Salud Mental quedó todo en el oparei (en la nada), y está “durmiendo” en uno de los cajones del ministerio de Salud Pública, todavía
ni siquiera fue presentado a estudio en el Congreso. Otra denuncia es que en Paraguay no existe un lugar para los enfermos mentales que cometen delitos,
siguen violando absolutamente sus derechos humanos enviándolos a juicio oral y condenados a penas carcelarias en Tacumbú, aunque estas personas son inimputables.
Muchos jóvenes que sufren de esquizofrenia están encerrados junto a presos comunes.

Respecto a la psicología y psiquiatría forense, analiza la problemática Ana María Frachi Rodríguez, psicóloga, ex directora Científica de la Asociación
Latinoamericana de Psicología Jurídica y Forense (2007).

Ana María Frachi, psicóloga.

–¿Siguen violando los derechos humanos de las personas con trastorno mental?
–Las personas son llevadas a juicio oral con un claro trastorno mental que no ha sido observado ni certificado, estas situaciones claras de inimputabilidad
pueden y deben ser resueltas antes de llegar a juicios orales. Los casos de víctimas, ya sean niños/as, adolescentes o adultos (víctimas de violencia o
abuso sexual), cuyas evaluaciones dejan dudas no son consideradas en el proceso. Así, la revictimización es toda una institución y la victimización secundaria
(producida por las instituciones) está a la orden del día. Aún falta mucho por mejorar. Los aspectos éticos y de secreto profesional son violados y atentan
contra las personas vinculadas en un proceso que de por sí ya es doloroso.

–¿Por qué cree usted que no se mejora?
–Porque no se sabe, no se conoce la importancia que tiene la psiquiatría y la psicología forense. Por otro, lado, los profesionales del derecho no conocen
la diferencia entre ellas, le da lo mismo, tampoco los psicólogos y psiquiatras muchas veces conocen la diferencia, y aparte se necesita invertir mucho
dinero. Por ejemplo, en el Poder Judicial como máximo habrá cinco profesionales psiquiatras, en la fiscalía, hay un sólo psiquiatra forense para todo el
país, hay un poco más de psicólogos, pero los sueldos son muy bajos.

–¿Cómo se realizan las evaluaciones?
–Es aún común ver situaciones de evaluaciones psicológicas forenses en que se pasan por alto aspectos fundamentales, como ser las condiciones de aplicación
de test, las interferencias, los ruidos y las distracciones que sufren, el evaluador por supuesto puede distorsionar los resultados y si esto es considerado
a fin de dar fiabilidad a los resultados, se podría discutir el número de entrevista, con una entrevista ya se opina “fundadamente”. De más está decir,
cuando el profesional se ve influido por la presión pública y cuando sucumbe ante un prejuicio.

El psiquiatra que atiende a un paciente realiza su evaluación en un garaje del Ministerio Público.

–¿Qué pasó con la creación de un hospital psiquiátrico penitenciario?
–Tengo entendido que se está gestionando este espacio, solo que sería importante pensar en un espacio que rehabilite, que mejore que no dañe o cronifique
la salud, que de por sí ya está deteriorada, y más aún en situación de encierro.

El trabajo multidisciplinario es muy importante y necesario, es decir trabajadores sociales, enfermeros, psicólogos, médicos clínicos y psiquiatras, es
fundamental que cuenten con un sistema que sostenga esta atención, no hay que olvidar que luego de cumplir la pena, si la tuviere, tienen derecho a volver
a la sociedad, tal como lo expresa el Art. 20 del código penal, “Las penas privativas de libertad tendrán por objeto la readaptación de los condenados
y la protección de la sociedad”.

–Para el 2009 ¿hay desafíos que cumplir, o seguirá todo igual?
–Espero que las personas que ocupan cargos desde donde se pueden habilitar los cambios, posean un amplio criterio y consideren aspectos fundamentales tales
como el tratamiento penitenciario para personas con y sin trastornos mentales. El cumplimiento irrestricto de las recomendaciones sobre condiciones de
evaluación, esto implica mejorar las condiciones de trabajo de los profesionales, en algunos casos relacionados con espacio físico, otros con un sistema
de trabajo, otros con capacitación.

–Una problemática es que hay pocos psicólogos y psiquiatras en Paraguay.
–Ciertamente además de pocos profesionales de salud mental, también es cierto que a veces se prefiere contratar/nombrar a personal administrativo u otro
profesional de la salud. Creo que esto se debe a que la salud mental aún no es considerada como situación fundamental, necesaria y vinculada con el goce
de derechos de las personas e independiente de su situación judicial. Creo que hay mucho camino por andar, y considero que es este un momento oportuno
para ir gestando cambios posibles y sostenibles.

Cinthia López

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